martes, 21 de febrero de 2012

21.Septiembre.2012


Salgo a las 15.20 del colegio, y tras comer, me dirijo al hospital donde mi madre al final me espera, quería contarme lo que pasaba...

Esta misma mañana, la enfermera había ido a la habitación con una inyección de morfina para mi abuelo, era un gran calmante pero que a una persona mayor y tan débil como se encuentra mi abuelo seria la última, un no despertar...  Rápidamente, mi abuela se negó, ella solo buscaba una mínima calidad de vida a mi abuelo, pero está claro que eso no lo va a encontrar, así que prefiere que pase lo que tenga que pasar...

Hoy he vuelto a estar con él, siento decirlo, pero se va... es así...

Es tan solo cuestión de días...

Yo lo único que me quedo de esto son los recuerdos que llevo, y que nadie nunca me podrá arrebatar, todo lo fuerte que me hecho con esta experiencia, las grandes cosas que he aprendido y que el valor de las cosas se las ponemos nosotros.

También decir, que yo nunca había visto llorar a mi tía y menos a mi madre, creo que tenemos el concepto de padres algo idealizados, para nosotros, son como grandes piedras estables, que siempre están ahí y tienen la solución para cualquier cosa, pero me he dado cuenta que son humanos, son perfectos a su manera, y os puedo asegurar que ver derrumbarse a una madre es una de las cosas más dolorosas que puedas ver...

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